AUTOHIPNOSIS O HIPNOSIS AUTOADMINISTRADA

Poder entrar de la propia mano a un estado de trance nos provee de una inestimable herramienta, y ese valor agregado que nos permite este conjunto de técnicas  esta dado por varios factores:

Llevar con nosotros a todas partes y circunstancias una herramienta terapéutica y de autocrecimiento personal.

Potenciar los estados de calma y el mantenerse centrado ante eventos que debamos enfrentar

Poder mantener un armonioso equilibrio interior mientras aprendemos, hacemos deportes, rendimos examen, afrontamos una entrevista de trabajo, etc.

Nos acompaña como coadyuvante para que el consultante haga sus propios avances entre sesión y sesión sin la necesidad de la presencia del terapeuta.

Aumenta la conexión con la parte creativa de nuestras mentes, ayudando a conectar ambos cerebros según la neurociencias, o las mentes conscientes e inconscientes según la psicología profunda.

Al hacer esta conexión creativa más asidua cotidianamente ampliaremos los momentos creativos que nos permitan generar nuevas y más aptas respuestas para afrontar los desafíos personales.

Si bien el trance es distinto al estado que se consigue con la meditación sus puntos en común son sorprendentemente cercanos, por lo cual los estados reflexivos o la conexión con las sensaciones, sentimientos, intuiciones y pensamientos desde la unidad cuerpo-mente pueden llevarnos a profundizar las prácticas meditativas como en algunas etapas del mindfulness o vipassana.

La práctica como en cualquier arte hace al maestro por lo cual cuanto más practicamos la autoinducción a estados de trance vamos hallando más y más posibilidades ya sea de profundizar como de expandir nuestro estado consciente al conectar con los recursos y capacidades de nuestra mente total.